Cuando un huésped entra en la
habitación del hotel por primera vez, difícilmente podrá imaginar que
apenas unos instantes antes de su llegada la habitación tenía un aspecto
completamente diferente. La transformación de patito feo en cisne se la debemos
a las camareras de pisos o mucamas, que son las encargadas de que todo
esté a punto en el momento de nuestra llegada. Si además, la sensación que
tenemos al entrar es la de que somos los primeros en estrenarla, es decir,
no parece que la habitación haya sido usada con anterioridad, es señal de que el
equipo de pisos ha logrado su objetivo.
Vamos a describir paso a paso
como se consigue transformar una habitación de hotel desordenada y sucia, en
ese lugar acogedor, limpio y agradable, que será nuestro espacio íntimo durante
toda nuestra estancia.
Lo primero que hay que hacer
cuando entramos en una habitación es abrir las ventanas para ventilar bien y
tener una buena iluminación. A continuación, se retira todo lo que el cliente
haya dejado y que no sirve, si encontramos algo de valor como ropa, o algún
objeto, se lo entregaremos a la gobernanta o a la persona encargada de los
objetos olvidados. Todo lo demás se tira a la basura.
Seguidamente, quitaremos
toda la ropa de cama que ha sido usada. En el baño haremos lo mismo con
las toallas usadas. Generalmente la ropa sucia se mete en unos sacos especiales
para ser llevados a la lavandería. Ahora la habitación ya está lista para
empezar con la limpieza. De como procedamos depende del número de
camareras disponibles para hacer la habitación. Si hay sólo una camarera un
modo de proceder es el siguiente: empezará por el baño, así dará más tiempo a
que se ventile bien la habitación y sobretodo el colchón.
En el baño se precede de la
misma manera que en la habitación, es decir, primero "desmontaremos"
todo antes de empezar a limpiar, así quitaremos la bolsa de la papelera y
aprovecharemos para tirar en ella toda la basura que veamos, incluidos los
botes usados de champú, gel etc. También retiraremos las toallas usadas.
Ahora ya podemos empezar con la limpieza, para ello usaremos un estropajo
húmedo que no raye, para no estropear la cerámica. Utilizaremos también un desinfectante para
asegurarnos de que todo quede además de limpio libre de gérmenes. Esto es
especialmente importante en el inodoro, donde es conveniente usar un producto
más potente, dejándolo actuar durante unos minutos antes de limpiar y aclarar
bien, para asegurarnos de que quede bien desinfectado. Después de haber fregado
y aclarado los lavabos, la bañera o la ducha y la mampara, se seca todo con un
trapo. Terminaremos limpiando los espejos con limpiacristales o con
una bayeta bien escurrida, que habremos mojado previamente en agua caliente, y
repasaremos todos los elementos metálicos como los grifos, tirador de la
cisterna etc, para que queden brillantes. Ahora es el momento de
colocar las toallas en los toalleros y los productos de higiene o
amenidades en su lugar correspondiente. También colocaremos una bolsa
limpia en la papelera.
Ya tenemos el baño casi listo
(nos quedaría el suelo), con lo que podemos empezar con la habitación. Haremos
en primer lugar la cama, poniendo ropa de cama limpia. Ahora ya podremos
empezar a limpiar. Es importante que la limpieza se haga en sentido circular, empezando
siempre por uno de los extremos de la habitación, de este modo, nos aseguramos
de que no nos dejamos nada sin limpiar. Limpiaremos el polvo al
mobiliario (incluidos el interior de los armarios y cajones), así como a
las lámparas, zócalos, molduras (si las hubiera), marcos de las puertas etc.
Utilizaremos un producto especial para madera o un multiusos en su defecto.
También limpiaremos las ventanas y los cristales de las mismas con
una bayeta mojada en agua bien caliente. Según vamos limpiando hay que ir
colocando cada cosa en su lugar: el mando a distancia, los ceniceros etc. Se
repone lo que falte: perchas, folios, bolígrafos... Cerramos las ventanas y
corremos las cortinas. Ya sólo nos quedaría limpiar el suelo, tanto de la habitación,
como del baño. Si el suelo está enmoquetado lo mejor es utilizar una aspiradora que
también nos servirá para limpiar el suelo del baño. Si es de madera o gres,
podremos ayudarnos de una escoba o mopa. Seguidamente lo fregaremos con la fregona
bien escurrida.
Un último vistazo general para
comprobar que no nos dejamos nada sin hacer y la habitación queda lista para
ser supervisada. Antes de que recepción pueda disponer de ella es
necesario el visto bueno de la gobernanta, que será la persona encargada
de comprobar que efectivamente, la camarera ha realizado un buen trabajo, y por
lo tanto, la habitación está ya preparada para que la disfrute el nuevo
cliente.
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